SÁNCHEZ Y LOS ROLLITOS PRIMAVERA CHINOS
Parece ser que nuestro presidente está «enamorado» de China y ha como si fuera un ídolo musical ha emprendido su «gira asiática». Ya se ha reunido más veces con el presidente chino que con Alberto Núñez Feijóo, ha viajado más veces a Beijing que al Barranco del Poyo. Ya tiene la foto con Xi Jinping. Ahora será Puigdemont quien se comerá el pato a la naranja y los rollitos primavera.
Trump asegura que su plan arancelario es «hermoso», y sonríe mientras observa cómo se quema la economía mundial. Ya lo dijo Reagan en el 87: ‘Los aranceles solo provocan el cierre de industrias y la pérdida de millones de empleos’. Estados Unidos tiene a Trump y nosotros a Sánchez. Trump se niega a pactar los aranceles con la Unión Europea y Sánchez se niega a pactar con Feijóo. De tal palo, tal astilla. Sánchez tiene que elegir entre susto o muerte: Trump o Xi Jinping.
Incluso la propia Casa Blanca ataca a Sánchez por alinearse con China: «Es como cortarte el propio pescuezo». Las excéntricas medidas del presidente norteamericano y el carácter tan agresivo de su política exterior han propiciado una coyuntura muy favorable para que muchos países se acerquen a China y están fortaleciendo sus posiciones y su papel como un socio más razonable que lo que parecía en comparación con el impredecible Washington DC. Pero que sea el Gobierno español el que encabece el fomento de esos lazos –tanto que, a raíz de la visita de Pedro Sánchez a Pekín, la Comisión Europea haya tenido que advertir a España de que no puede ir por libre en política exterior-, hace sospechar que tras ese impulso puede haber razones que van más allá de la mera oportunidad.
Es difícil entender la exaltación que el sanchismo hace de un régimen antidemocrático como el chino. Muy pronto la Gran Muralla China unirá la Moncloa con la residencia de Xi Jinping y la Puerta de Alcalá con el Palacio Imperial. ¿Pero qué pasa con el reparto de menas, la falta de presupuestos, el chalet de Ávalos en Marbella, la llamada de Air Europa a Begoña, el ataque a las universidades privadas, los «rumores» sobre el hermano de Sánchez con su plaza de Badajoz? Por si no fuera suficientemente surrealista, la exmujer de Koldo aparece con la cara tapada. Se acerca la Semana Santa, así que podría ser una penitente que ha cambiado el capirote por el disfraz de imputada. Parecía que Patricia Uriz en vez de ir a declarar iba a atracar a sus señorías.
